Por
Julio Reyes
WASHINGTON,
D.C.- En
una nación dónde todos tenemos el sello de inmigrantes bien sea en calidad de
tránsito, es decir, sin estatus definido migratorio y muchos cometieron actos
fraudulentos y de corrupción para alcanzar su residencia y luego su ciudadanía,
de hecho, nuestros orígenes desde la llegada a la isla Hispaniola del grupo de
Cristóbal Colón, junto a todos los ex-prisiones que tenían el Gobierno Español,
posteriormente se registra una máxima migración del Viejo Continente Europeo.
Hay
que decir que no así con los descendientes de Árabes, que arribaron por los
distintos puntos fronterizos de la República Dominicana ,
luego de ser expulsados de Haití, ya que las autoridades haitianas los
obligaron abandonar el territorio por la presión de los comerciantes y
trabajadores locales que hicieron tal solicitud, ya que para ellos estos
constituían en una serie amenaza para su desarrollo labor y comercial. Haití
fue el país con la economía más solidad del hemisferio fuera de las grandes
potencias económicas mundiales y eso hacía que a la nación llegaran gente de
todas partes del mundo, en un abrir y cerrar de ojo de convirtió en la más
pobre producto de la dictadura que azotó a ese país, además, la corrupción
política y los bloqueos internacionales al régimen dictador vino el desplome de
su ex
sólida economía y hasta el día de hoy no se han podido levantar, aumentando la
miseria, la inseguridad y la corruptela a todos los niveles con un severa
descomposición social.
Es
bueno recordar que, el máximo tribunal de comicios dijo además que emitirá un
documento oportuno que explique la existencia de unos 22 mil 673 expedientes
correspondientes a hijos de madres o padres extranjeros (haitianos) que fueron
remitidos a Migración, pero usted no ve ningún movimiento, ni entidad
extranjera de otra nación protestando para que se resuelva su caso de un
originario de su país, excepto los vecinos de Haití, que dando en evidencia que
las autoridades les han hecho frente con un odio despiadado a estos seremos
humanos que huyen de la miseria y de la extrema pobreza.
El
Departamento de Estado, hizo este anuncio porque debido a que es difícil de
refutar por su notoriedad se produjo días después de que el director de
Migración, José Ricardo Taveras, de claro que su oficina solamente tiene
registrados 90 mil inmigrantes de diversas nacionalidades, cuando EE.UU. sitúa
en hasta 1 millón 200 mil solo haitianos. Sin lugar a duda las autoridades de
nuestro país mienten de una manera vulgar, no son responsable ni dan una señal
para reajustar a miles de jóvenes, niños, y adultos que han estado viviendo por
décadas en la
República Dominicana , y aquellos que han llegado
recientemente y han cometidos fraudes con el auspicio de funcionarios del
Estado Civil de la jurisdicción correspondientes deben ir a la justicia para
que respondan por sus actos de corrupción.
Las
razones que tiene el gobierno de los Estados Unidos publicaron recientemente su
informe sobre la situación de los derechos humanos en la República Dominicana ,
en el cual menciona la situación en que viven los inmigrantes haitianos y sus
descendientes, víctimas de discriminación y en situación de apátridas, es algo
correcto, eso no pasa con otros inmigrantes de otras naciones.
En
cuanto al caso de los más de 19 mil dominicanos de ascendencia haitiana que se
ha visto afectados por la resolución 12 de la Junta Central
Electoral, este indicó que, “el tema debe ser abordado con seriedad técnica y
negó que se esté aplicando retroactivamente la ley a estos casos, este hombre
miente, porque es contrario a lo que está pasando porque son muchos los jóvenes
adultos que son profesionales, otros que han terminados sus estudios
segundarios, y en algunos casos existen casos que jóvenes peloteros aficionados listos
para ser firmados por una organización de Béisbol de las Grandes Ligas y sus
padres han ido a solicitar una acta de nacimiento teniendo cedula y pasaporte,
se les ha negado tal documento y solo les dicen que sus papeles están siendo
investigados, perdiendo la oportunidad de cambiar su situación socio-económica,
como así a muchos profesionales y estudiantes.
ES
BUENO PREGUNTAR: ¿DISCRIMINACION RACIAL O VENGANZA?
Como
una muestra discriminatoria racial y venganza hacia los haitianos nuestros
vecinos se remontan después de la ocupación de Jean Pierre Boyer, lo que fue la
tercera invasión que procedía de Haití al territorio de la parte este de la
isla Hispaniola. La historia cuenta que la misma no hubo perdida humana, ni
mucho menos derramamiento de sangre y fue aceptada pasivamente por la población
dominicana.
Tenemos
que indicar, que la población dominicana fue entreguista y por lo que, la
aceptación se debió quizás al terror que habían infundido por la manera de las
anteriores invasiones haitianas y como fue reconocido que el ejército dirigido
por Boyer, era mayor. Como se evidencia, ellos nos tuvieron bajo su dominio
luego de la ocupación haitiana que misma se inició en Santo Domingo el 9 de
febrero de 1822, teniendo como comandante en jefe al militar de mano dura
de Jean-Pierre
Boyer, se extendió por 22 años, hasta el 27 de febrero del 1844. Por lo que, se
puede precisar que de ahí nace el odio y discriminación anti-haitiana, como si
estuviera vivo Boyer.
Luego
el dictador Rafael Leónidas Trujillo, de raíces haitianas aumento ferozmente
sus resentimientos anti-haitiano y fue el gran promotor de esta actitud
negativa hacia los originarios de Haití, a pesar de que el mismo inicio las
contrataciones de nacionales haitianos para el corte de la caña convenio entre
las dos naciones, siendo el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) la entidad que
hacia las contrataciones directas.
Años
posteriores de su derrocamiento el otro dictador de los 12 años, y luego 10 de
años más que tuvo en la presidencia, en total 22 años de mando como lo fue
Joaquín Balaguer, jugando la doble moral por un lado contrataba a los haitianos
para labores de corte de caña en los ingenios del estado, y por otro, apoyaba y
promocionaba la idea discriminatoria hacia a los haitianos para bloquear así el
arribo al poder de José Francisco Peña Gómez, por tener origen haitiano.
HISTORIA: La
vecindad con Haití convirtió desde siempre la frontera que separa ambos países
en un punto de idas, regresos y permanencias. En el período que va desde la
segunda mitad del siglo XIX hasta el final de la dictadura de Rafael Leónidas
Trujillo (1961) es que se producen, no obstante, flujos de inmigrantes
verdaderamente importantes. Presenta otras dos vertientes de inmigración
fundamentales: la llegada de braceros de las Antillas y luego de empresarios,
campesinos, comerciantes y refugiados políticos llegados de islas vecinas y
Europa.
La
inmigración masiva de braceros de las Antillas es impulsada por la necesidad de
mano de obra barata para la realización de obras públicas y el corte de caña de
la industria azucarera de capital extranjero que cobra auge a partir del último
tercio del siglo XIX. Es precisamente durante la primera ocupación
norteamericana, entre el 1915 y 1925, que se concentra el mayor número de
braceros importados.
Primero
predominaron los procedentes de las Antillas Menores (inglesas), en especial
durante el tránsito del siglo XIX al XX; pero luego, sobre todo desde el
segundo cuarto del siglo XX, los haitianos constituyen mayoría. Estos últimos
no sólo se ubicaron en torno a los grandes ingenios (La Romana , San Pedro de
Macorís, Barahona, etc.), sino que también se asentaron paulatinamente en el
lado dominicano de la frontera.
Muchísimo
menos numeroso que el anterior fue el grupo de empresarios, campesinos,
comerciantes y refugiados políticos. Esta clase de inmigrantes hizo aportes
significativos en lo económico, social y cultural. En un primer momento estuvo
conformado por refugiados políticos y empresarios impulsados por los procesos
de independencia de Cuba y Puerto Rico. Luego, la Guerra Civil Española
y el inicio de la
Segunda Guerra Mundial atrajeron españoles, italianos y
alemanes (en especial de ascendencia judía).
Cabe
mencionar también el plan de colonización agrícola que Trujillo desarrolló a lo
largo de línea fronteriza. A fin de contrarrestar la presencia y asimilación de
haitianos en la zona y garantizar la suficiencia alimentaria, Trujillo desplegó
una campaña para atraer europeos, sirio-libaneses e incluso japoneses a cambio
de tierras que pudieran cultivar.
Desde
el derrocamiento del dictador los flujos migratorios se han intensificado. Los
procesos inmigratorios han aumentado y se han acelerado. Hoy es evidente que la
colonia extranjera más numerosa es la haitiana pero también se aprecia un dinamismo
creciente respecto a la entrada de otros extranjeros, procedentes de Europa,
debido al auge del turismo.
Las
organizaciones locales creen que la Junta Central Electoral no tiene intención de
implementar los objetivos de la orden judicial y en su lugar pretende inscribir
a los demandantes en el registro de extranjeros (Libro de Extranjería), lo que
significaría que abandonan su derecho a la nacionalidad dominicana. Al
negarles continuamente a los demandantes sus documentos de identidad, la Junta Central
Electoral está perjudicando gravemente sus derechos a la educación, salud y
otros derechos humanos.
BATALLAS
GANADAS LEGALMENTE
El
29 de mayo, un tribunal en San Pedro de Macorís en la República Dominicana ,
ordenó a la Junta
Electoral Central entregar inmediatamente documentos de
identidad y electorales a un grupo de 28 dominicanos de ascendencia haitiana.
Las
organizaciones locales creen que la Junta Central Electoral no tiene intención de
implementar los objetivos de la orden judicial y en su lugar pretende inscribir
a los demandantes en el registro de extranjeros (Libro de Extranjería), lo que
significaría que abandonan su derecho a la nacionalidad dominicana. Al
negarles continuamente a los demandantes sus documentos de identidad, la Junta Central Electoral
está perjudicando gravemente sus derechos a la educación, salud y otros
derechos humanos.
El
29 de mayo, un tribunal en San Pedro de Macorís en la República Dominicana ,
ordenó a la Junta
Electoral Central entregar inmediatamente documentos de
identidad y electorales a un grupo de 28 dominicanos de ascendencia haitiana.
Amnistía
Internacional ha recibido testimonios que indican que las visitas incluyen
cuestionamientos a los demandantes sobre el estatus migratorio de sus padres.
Las visitas han estado ligadas con amenazas, intimidación y presión al pedirles
que a firmen papeles en blanco.
LOS
“ÁRABES” EN REPÚBLICA DOMINICANA: ¿POR QUE FUERON EXPLUSADO DE HAITI? ¿QUÉ TAN
ANTIGUOS SON? ¿DE DONDE LLEGARON?
Tomando
en cuenta lo que escribió Edwin Rafael Espinal Hernández, él relata lo
siguiente: “Un grupo de árabes llegó a nuestro país en 1911, procedentes de
Haití. Entre este grupo se cuentan los Dumit (Badui Dumit), los Fadul, los
Ramia, todos originarios de Mezziara en el Líbano. También vinieron entonces
los Antonio, los Howley, los Jaar y tal vez los Hasbún”.
Esa
migración tuvo su origen en las enérgicas peticiones de los comerciantes
haitianos y extranjeros para que se expulsara a todos los árabes de aquel país
vecino. Entre 6,000 y 7,000 árabes se habían radicado en Haití con esa primera
oleada migratoria.
Por
su número, cohesión, e intereses se habían convertido en una fuerte competencia
para los grandes comercios de firmas haitianas, francesas y alemanas, por lo
cual el gobierno haitiano había promulgado leyes desde 1903 limitando las
actividades de los árabes, en su mayoría de origen sirio (Ver Nicholl, Boletín
Museo del Hombre, p. 165-166). En su gran mayoría eran analfabetos, y no podía
esperarse más de un pueblo colonizado y de un grupo minoritario, como eran esos
cristianos maronitas – una isla dentro de un mar de musulmanes.
Miles
de libaneses, sirios y palestinos habrían de embarcarse – a menudo ilegalmente
– para llegar al “Nuevo Mundo”. Esa diáspora significó una disgregación de los
grupos familiares, quienes, muchos años después, llegarían a descubrir
parientes en lugares tan distantes hasta llegar al caribe.
Muchos
árabes arribaban a Puerto Plata creyendo que estaban en Haití, y luego decidían
quedarse, ya que un lugar podía resultar tan venturoso como otro. Algunos
simplemente no querían pasar más días de travesía en barco, experiencia poco
agradable para los que no pueden viajar a todo lujo.
El
escritor e historiador Julio Amable González Hernández, hizo los siguientes
aportes: Los procesos migratorios son de particular interés para los
genealogistas. Toda genealogía se inicia con una inmigración. La llegada a
diferentes ciudades de nuestro país durante el siglo XIX. Las emigraciones
producen un fenómeno inverso. Las muy diversas condiciones sociales, políticas
y económicas que han producido al través de nuestra historia esos movimientos
migratorios de individuos y familias, han sido estudiadas y documentadas en
diversas obras.
A
partir del 1883, la
República Dominicana fue receptora de una apreciable cantidad
de inmigrantes árabes, los cuales se distribuyeron por casi todo el territorio
nacional. Esa corriente migratoria duró hasta las primeras décadas del siglo
XX. Cabe señalar que el término “árabe” es usado de forma genérica en toda
América Latina para denominar los inmigrantes procedentes de Siria, Palestina,
El Líbano y en ocasiones hasta de Egipto, por ser naciones que tienen en común
la condición de árabe-parlantes. Sin embargo, la mayoría de estos inmigrantes
procedieron de El Líbano.
Los
recién llegados de Medio Oriente no tenían recursos económicos y su nivel
académico era muy bajo. Originalmente se dedicaron al comercio buhonero, pequeñas
tiendas o bazares. Una vida muy austera y una dedicación extrema al trabajo
produjeron en varios años una mejora de las condiciones económicas de los
árabes en República Dominicana.
Con
algunas excepciones, la segunda y posteriores generaciones de estos inmigrantes
no se dedicaron al comercio. Los ya nacidos en territorio dominicano estudiaron
diversas profesiones, incursionaron en la industria, el comercio, la banca y en
muchas otras actividades nacionales.
El
aporte positivo de los descendientes de esa inmigración es considerable.
Resulta casi imposible citar una actividad social, cultural, empresarial,
deportiva, científica en la cual descendientes de esos inmigrantes árabes no
hayan descollado en forma sobresaliente.
En
los años post-migración hubo cierta movilidad geográfica de árabes dentro del
territorio dominicano, la cual se incrementó en la segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, podemos todavía relacionar e identificar los apellidos árabes con
los pueblos donde estos originalmente se asentaron, se desarrollaron y
prosperaron.
SANTIAGO: Abinader,
Abisaad, Albaine, Baduí, Bojos, Dumit, Ega, Elías, Fadul, Gobaira, Haché,
Hapud, Helú, Hued, Jacobo, Jorge, Khoury, Lama, Matta, Miguel, Ramia, Sahdalá,
Sahad, Sajour, Salomón, Serulle, Sued, Tallaj, Turbair, Yapur, Yunén, Zaiek,
Zouain. SANTO
DOMINGO: Abel, Abikaram, Azar, Badía, Baik, Bacha, Busiler, Elmúdesi, Elías,
Hasbún, Hedded, Herrera, Isa, Jaar, Jana, Kair, Kaluche, Kaussa, Kuret, Lama,
Mahuad, Majluta, Mané, Musa, Mustafá, Najri, Nahum, Nicolás, Raful, Selman,
Terc, Tonos, Wessin, Yapur, Yarull, Yaryura, Yeara, Yege, Yunes, Zaiter.
SAN
PEDRO DE MACORÍS: Acta,
Alam, Antún, Bulú, Calán, Caram, Dip, Fadul, Feris, Haché, Hazim, Helú, Isaac,
Jacobo, Javis, Kasse, Merip, Musa, Nicolás, Risi, Bassa, Elias, Bulu, Salomón,
Sasso, Zaglul, Malla, Zuleta, Azar, Albizu, Levy, Miguel, Mallen, Cury, Dimas,
Niemen, Caffaro, Elmúdesi, Bengoa, Jacobo, Lama. LA ROMANA : Abraham,
Camasta, Dhimes, Fatule, Garip, Matar, Pablo, Salomón, Sansur, Sorbo.
EL
SEYBO: Chahín, Kair, Muffdy, Sequie, Tuma. HIGÜEY: David, Sansur. HATO
MAYOR: Bassa, Hoffiz. PUERTO PLATA: Musa, Naar, Salvador. TAMBORIL:
Dájer. SAN
FRANCISCO DE MACORÍS: Abukarma, Acra, Asilis, Atallah, Calazam, Chabebe,
Chaljub, Esmurdoc, Lajam, Risek, Rizik, Saba, Tabar, Tillán, Yangüela.PIMENTEL:
Achécar, Aude.
SALCEDO:
Salomón, Yermenos. LA VEGA : Canaán, Saad, Tactuk. CONSTANZA:
Abud. MOCA:
Baba, Badía, Dabas, Gitte, Isaac, Lulo, Resek. BONAO:
Tawil.SAMANÁ: Abikaram, Besi, Disk, José, Malek, Malum. SAN
CRISTÓBAL: Abdalah, Jacobo, Paniagua, Risk, Siri. BANÍ:
Isa, Subero.
BARAHONA:
Asmar, Cury, David, Hazoury, Hesny, Jaar, Kury, Lama, Matar, Melgen, Morales,
Rick, Sabbagh, Salomón, Saud, Sarraff, Yennie, Yunes. AZUA:
Jorge, Saha, Scheker. NEIBA:
Ibrahim, Succart. SAN
JUAN DE LA MAGUANA :
Bacha, Bichara, Botakam, Dauhajre, Herrera, Heyaime, Isa, Mafout, Michelén,
Miguel, Nassín, Nicolás. LAS MATAS DE FARFÁN: Arbaje, Howley.
Nota
del motivador escritor de este artículo, el periodista Julio
Reyes (sus
origen cocolo-español): Observe que tal, como hicieron estos inmigrantes árabes
así hicieron los de origen afro-ingleses, afro-francés, afro-holandés, y Puerto
Rico, de las islas del caribe, por los que los haitianos tienen estas mismas
ubicaciones. Autor de este artículo: (los datos históricos son de la
exclusividad de sus escritores y no de Julio Reyes. (Neici M. Zeller Santo
Domingo, D.N.diciembre de 1997). (Julio Amable González Hernández sus
publicaciones, INSTITUTO DOMINICANO DE
GENEALOGÍA, INC.)
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