Por: Amaury Reyna.
Santo Domingo, Distrito Nacional
No siempre la edad viene acompañada de madurez emocional porque muchos más de los que creemos siguen siendo sólo niños toda su vida. Muy en el fondo todos somos un poco niños a la espera de la protección de los demás y nos cuesta sobremanera pararnos sobre nuestros propios pies y caminar sin muletas ocasionales. Hacerse cargo de uno mismo, esa gran aventura que empieza en la adolescencia y termina con la muerte, es una cuestión que cuesta aceptar hasta que nos damos cuenta que siempre estamos solos en los momentos cruciales de nuestras existencias. La madurez no es solo una etapa cronológica de la vida sino un estado mental, una actitud y la personalidad es como un abanico que se despliega y no necesariamente madura en forma integral. Así como en muchos de los escenarios en que nos situamos en la vida, se expresan nuestros niveles de madurez, así lo expresamos cuando escribimos.
El Doctor en Periodismo y profesor de la Universidad de Navarra, Ramón Salaverría (Burgos, 1970), ha explicado la "madurez" que presentan los medios digitales con los que contamos actualmente, en comparación con unos pocos años atrás. Este desarrollo hoy se presenta en forma de mejora de los contenidos y de preparación del medio digital ante los hechos informativos fruto, según él, de la experiencia de los cibermedios. "Aunque nuestro bagaje en la red sea ínfimo, éste, supone un tiempo importante en la vida de Internet", apunta Ramón, ya que los medios digitales surgieron entre 1994 y 1995. Estas afirmaciones las ha planteado dentro del bloque de periodismo digital del Master Joly de Periodismo, impartido en la EOI Escuela de Negocios de Andalucía, ubicada en la Isla de la Cartuja.
En nuestro país, contar con medios informativo digitales, nos ha permitido abrir un sin números de ventanas que en años anteriores, para los medios impresos, representaban una inversión elevada. Las columnas de opinión para los ciudadanos y ciudadanas, constituyen un brazo fundamental al proceso de fortalecimiento de nuestra vida democrática. Hoy en día estas columnas se han convertido en el espacio de libre expresión respecto a la cotidianidad del redactor.
Pero ¿será esto un espacio que utilizaremos correctamente para expresar lo que pensamos o sentimos? ¿No se prestará el mismo para mancillar y/o dañar la imagen de terceras e importantes personas o ciudadanos comunes y corrientes? Por la forma en como son redactadas algunas opiniones, creo que la mayor debilidad presentada por las mismas, es que los redactores, carecen de madurez y responsabilidad suficiente para escribir con altura y comedimiento. Las columnas y otros espacios de opinión son importantes, pero ¿Estaremos preparados para soportar calificativos mal empleados, deshonra, perversidad, maldad e infamia mediante estos? El periodismo no es un juego...
El Doctor en Periodismo y profesor de la Universidad de Navarra, Ramón Salaverría (Burgos, 1970), ha explicado la "madurez" que presentan los medios digitales con los que contamos actualmente, en comparación con unos pocos años atrás. Este desarrollo hoy se presenta en forma de mejora de los contenidos y de preparación del medio digital ante los hechos informativos fruto, según él, de la experiencia de los cibermedios. "Aunque nuestro bagaje en la red sea ínfimo, éste, supone un tiempo importante en la vida de Internet", apunta Ramón, ya que los medios digitales surgieron entre 1994 y 1995. Estas afirmaciones las ha planteado dentro del bloque de periodismo digital del Master Joly de Periodismo, impartido en la EOI Escuela de Negocios de Andalucía, ubicada en la Isla de la Cartuja.
En nuestro país, contar con medios informativo digitales, nos ha permitido abrir un sin números de ventanas que en años anteriores, para los medios impresos, representaban una inversión elevada. Las columnas de opinión para los ciudadanos y ciudadanas, constituyen un brazo fundamental al proceso de fortalecimiento de nuestra vida democrática. Hoy en día estas columnas se han convertido en el espacio de libre expresión respecto a la cotidianidad del redactor.
Pero ¿será esto un espacio que utilizaremos correctamente para expresar lo que pensamos o sentimos? ¿No se prestará el mismo para mancillar y/o dañar la imagen de terceras e importantes personas o ciudadanos comunes y corrientes? Por la forma en como son redactadas algunas opiniones, creo que la mayor debilidad presentada por las mismas, es que los redactores, carecen de madurez y responsabilidad suficiente para escribir con altura y comedimiento. Las columnas y otros espacios de opinión son importantes, pero ¿Estaremos preparados para soportar calificativos mal empleados, deshonra, perversidad, maldad e infamia mediante estos? El periodismo no es un juego...
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