Autor:
Luís Hernán Matos Mejía, M.A.
Azua de Compostela, Rep. Dom:Me pregunto: ¿Acaso un abogado con responsabilidades de trabajo y de familia, puede hacer frente a todos los requisitos que se pide para poder obtener una notaría?, o ¿es que la notaría es sólo para abogados recién graduados sin experiencia y sin responsabilidades de trabajo, esposa, hijos y demás?.
Reto a cualquier persona reponder estas preguntas y explicar con sinceridad, con libertad de pensamiento, sin defender ningún interés particular, sino, el interés de que las cosas sean equilibradas y que sobre todo beneficien el desarrollo de la Profesión Jurídica de los y las abogados/as, y por encima de todo que beneficie nuesto país (Ósea el país de todos y todas), no el de unos cuantos graciosos.
Nuestros hermanos mayores: Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón, Francisco Del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella, Máximo Gómez, Juan Boch, Francisco Alberto Caamaño, Manolo Tavares Justo, Amaury Germán Aristy, Amín Abel Hasbún, Narciso González, Orlando Martínez, Peña Gomez y otros celebres e ilustres que con sus vidas escribieron en las paginas imperecederas de la historia dominicana, la forma en que un dominicano debe vivir, luchar y trabajar por el bienestar de la patria, jamás por sus intereses personales. Ellos desde sus tumbas nos gritan, nos gritan, pero no les escuchamos. Ellos en estos tiempos estarían muy preocupados…………………………………………
Mi pregunta es: ¿Qué harían nuestros hermanos mayores en esta situación?.
Planteo esto, ya que para una persona cumplir con todos los requisitos que pide la Suprema Corte de Justicia, a demás de tener varias Maestrías y Doctorados en Derecho, no es suficiente; debe tener un diplomado en Derecho Notarial, pero esto tampoco es suficiente. El interesado necesita una dedicación especial que le ocuparía la mañana, la tarde, la noche y la madrugada, estudiando cantidades y cantidades de materiales y en un intervalo de tiempo casi indefinido y luego si usted tiene suerte o recomendación de algún padrino (Como si viviéramos en los tiempos de la mafia Italiana, o de los dueños del país), podría calificar para al final de ese tortuoso proceso pasar a la escuela Nacional de la Magistratura donde tendrá que viajar constantemente a Santo Domingo, si es del interior y someterse nuevamente a centenares de preguntas y pruebas, tanto escritas, verbales como psicológicas; pero después de este tortuoso proceso, tampoco usted es notario, sino, que va a formar parte de un banco de supuestos elegibles de la Suprema Corte de Justicia.
Me pregunto, ¿Qué mal tan grande han hecho los abogados de República Dominicana, para ser tratados de esta manera, en el sentido de que para poder obtener la Notaría, tenga que ir a Marte, Júpiter y Saturno y luego bajar a la tierra en un palo de escoba. En verdad que esto no tiene limites ni parangón. Esto me recuerda el cuento de Alicia en el país de las maravillas.
Acaso se le exige a los contadores y a los médicos, tantos, pero tantos, pero tantos requisitos, que ni siquiera podrían resistir ser sometidos a un simple análisis lógico. Se puede ver de entrada la necedad de quien ideó esta barbaridad. ¿Es que se le exigió tanto, pero tanto a los honorables miembros de la Suprema Corte De Justicia?, ¿Estaremos viviendo en una inconciencia colectiva o en un estado de limbo donde nana es nada?
¡Basta Ya! Esto no puede seguir así. Los Abogados, estamos dispuestos a exigir nuestros derechos, a exigir que los requisitos para obtener la notaria sean justos y equilibrados, en el sentido de que se exija lo normal y no algo que se pueda realizar por un favor político, o por la casualidad de una suerte del otro mundo.
Los que hicieron estas reglas son personas desequilibradas o pretenden crear una facción del poder Judicial con poderes omnímodos y así tener a la gran pleve de abogados como simples artesanos del derecho, buscones del derecho, como personas simples y deshonestas y verse ellos como los dioses del Monte Olimpos o más bien como los Patricios del Feudalismo. Primero debemos recordar que vivimos en un país democrático, donde todos somos hijos de Dios y Dominicanos.
No se puede definitivamente seguir organizando el Poder Judicial de esta forma. El Dr. Leonel Fernández Reyna, ha apoyado de manera incondicional la organización y descentralización de la Suprema Corte de Justicia Dominicana, pero estoy seguro que el jamás se imaginaría algo así.
Por este medio pedimos a Monseñor Agripino Antonio Núñez Collado, Al Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dr. Jorge A. Subero Isa, Al Cardenal Nicolás De Jesús López Rodríguez, al Presidente del Colegio Dominicano de Abogados, y Al Presidente del Colegio de Notarios, salir al frente de esta situación que insulta no sólo la inteligencia de los abogados de todo el país, sino que llora ante la presencia del mismo Dios.
sábado, 17 de julio de 2010
NOTARIA IMPOSIBLE PARA ABOGADOS
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