Caracas Venezuela:--Miles de venezolanos conmovidos por la muerte de Hugo Chávez aguardan largas horas en la Academia Militar para poder ingresar y ver por última vez a su líder, que descansa desde ayer en un féretro en la Capilla Ardiente del lugar.
Las puertas del recinto se abrieron para que la gente pudiese despedirse del presidente, fallecido el martes tras una lucha de dos años contra el cáncer. Los seguidores ingresan conmovidos al recinto, muchos entre lágrimas, y se acercan al féretro, cubierto por la bandera tricolor de Venezuela y abierto y resguardado por un vidrio en la otra mitad, para observar por última vez a su líder. Allí seguirán los restos de Chávez hasta el viernes, cuando sea trasladado para su sepultura en un lugar que aún se desconoce.
"Es un dolor muy grande verlo en una urna, en un féretro, pero mientras yo esté viva estará en nuestros corazones", dijo casi al borde del llanto una dirigente comunal de una barriada caraqueña a la agencia AFP. "Lloramos y seguiremos llorando su ausencia", agregó. "Para mí él no murió, está aquí su cuerpo, pero está con nosotros en el corazón", dijo Yasmín Flores a la misma agencia.
Frente al ataúd, las personas apenas se detenían, se persignaban o hacían el saludo militar, según imágenes de la televisión oficial VTV. Mientras, desde un altoparlante, se pedía a los presentes que no tomaran fotografías.
Varias de las personas que ingresaron a despedirse, contaron que Chávez vestía el uniforme militar y la boina roja de sus días como paracaidista del Ejército y que llevaba la banda presidencial, según informa la agencia AP.
Los restos llegaron a la Academia tras casi siete horas de un multitudinario cortejo fúnebre por las calles de Caracas. Primero se realizó una ceremonia privada con la familia del presidente, su madre Elena Frías de Chávez y los hijos del mandatario fallecido, Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo y Rosinés.
Antes de que ayer comenzara a ingresar la gente al salón de la Academia, los presidentes Cristina Kirchner, el uruguayo José Mujica, junto a su esposa, y el boliviano Evo Morales habían motado una silenciosa guardia de honor frente al féretro. También estaban miembros del gabinete y los hijos del fallecido mandatario.
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